Como reconocer nuevas identidades si todo se basa en el aspecto fisiológico y reproductivo del cuerpo, es decir que nuestra identidad se ha reducido al simple hecho de sexo (genitales) y a la reproducción.
Es así que se manifiesta un orden simbólico de representaciones de género basado en lo que anteriormente se hablaba del sexo biológico, es decir que bajo el disfraz biológico y de las verdades que se producen en base a este discurso (las ciencias naturales y la medicina) se construye un marco de lo que heteronormativamente debe de ser un hombre o una mujer, aquello que sale fuera de esos parámetros imaginados y realizados, aquello que no se presta a este orden “natural” será reprimido, sometido, docilizado y enderezado(para eso se crean las nuevas ciencias como la psicología, la sociología, y las que producen verdades como la medicina, psiquiatría, a parte que basadas en estas ciencias se crearon las instituciones que cumplen la función absolutamente de moldear los cuerpos mediante estrategicas biopoliticas) para su correcto funcionamiento, como cuerpo funcional en el sistema al que pertenece. Es decir que la sociedad trata a las personas dependiendo de su sexo, esto no reconoce alternativas de identidad, solo encasilla al individuo en determinadas funciones dependiendo del sexo y su construcción cultural que se realiza en base a lo biológico.
Este ensayo pretende estudiar las complejidades de la complementariedad y las normativas culturales de la heterosexualidad.
Apela a distinguir lo psíquico de lo social.
Esta propuesta que implica nuevos significados éticos a formas no ortodoxas de hombre y de mujer, obligará a formar acuerdos políticos y a establecer nuevas reglas de convivencia.
La diferencia sexual y el género
En primera instancia hablaremos de la referencia al cuerpo y su diferencia sexual fisiológica, la diferenciación sexual es evidencia de la diferencia humana.
Este hecho biológico con toda su carga libidinal es netamente cultural.
Al nacer se despliega toda la lógica del género en relación a la apariencia externa del individuos, los genitales, es así basándose en estos se le atribuye al individuo caracteres masculinos o femeninos, a la criatura se le habla distinto dependiendo la característica biológica(la palabra se torna muy importante, la forma de expresión de gestualidad de la madre al articular frase alguna, hasta lo que simbólicamente va determinando como los colores de la ropa), esto ya implica un desarrollo diferenciado y limitado, enfrascando al sujeto en solo dos opciones: el formarse varón o mujer, esto marcara al individuo en el accionar de su vida cotidiana.
La oposición binaria varón - mujer, trama procesos de significación, instaura una simbolización en todos los aspectos de la vida: el género.
El género tiene su base en la diferencia sexual, este género actúa como un filtro cultural el cual interpreta el mundo, y como una armadura en el cual constreñimos nuestra vida.
La simbolización cultural de la diferencia anatómica (sexo genital) forma un conjunto de ideas, prácticas, discursos y representaciones sociales conformándose la conducta objetiva (acción) y subjetiva (lo que se reprime-lo no permitido-aquello que se castiga culturalmente) de las personas en función a su sexo. Siendo así que por la constitución del sexo, la sociedad fabrica la idea de lo que deben ser hombres y mujeres y lo propia de cada sexo.
Analizar el genero desde la perspectiva social cultural es una forma reduccionista, es decir que hay un más allá.
La identidad, ésta radica en identificar, establecer la identidad de una persona, y ésta se forma por medio de interrelaciones basadas en un sistema de creencia pero que además agrega la decisión individual, a partir de lo biológico se establece la primera identidad.
Siendo de esta forma tenemos:
La identidad genérica es el sentimiento de pertenencia al sexo femenino o masculino.
La identidad sexual es el posicionamiento del deseo de una persona homosexual o heterosexual.
La identidad también se construye en base a otros tipos de diferencia, lengua, creencias, estos marcarán muchos componentes de la identidad.
Lo psíquico no es manejable a voluntad.
Al haber dos cuerpos hay dos posibilidades de que nuestros deseos se posicionen con relación a un cuerpo igual o distinto. La estructura indiferente de la libido es la que elige entre muchas posibilidades o entre un numero determinado de personas tanto hombres como mujeres, es la cultura la que sanciona la elección dependiendo la moral, la creencia y su dependencia al ordenamiento social (por eso se sanciona al gay)
Ahora la pregunta radica en porque se elige a esa persona independientemente del cuerpo, esto nos demuestra la complejidad del posicionamiento del deseo.
Lo que esta presente en el individuo siempre es la subjetividad y la cultura, es decir por ejemplo: la castración imaginaria, los estereotipos culturales de género, pasando por los conflictos emocionales de su ser, y relativas a su ubicación social.
Orden social y la percepción.
Nuestra conciencia ya está habilitada por el discurso social, nacemos en una sociedad donde ya está diseñado el discurso de género.
Para Bourdieu, es una institución que ha estado inscrita por milenios en la objetividad de las estructuras y en la subjetividad de las mentalidades, y que se mantienen por medio de la reproducción social.
Para éste el orden social esta profundamente arraigado, se impone como autoevidente, y es tomado como natural gracias a un acuerdo con las estructuras sociales como son las de espacio y tiempo, la división sexual del trabajo y las estructuras cognoscitivas son aquellas inscritas en el cuerpo y en la mente.
El habitus es el sistema histórico o el capital cultural que esta en los esquemas mentales y corporales de percepción y que se reproducen, es decir género que produce género.
Lo biológico y la construcción cultural del sexo no reconoce el carácter indiferencial de la libido sexual.
Comprender un esquema cultural de género implica interpretar todo el orden simbólico, y este orden simbólico es lo que genera la ley social ya que este refleja e incorpora los valores e ideas del orden simbólico, ya que esta refleja e incorpora los valores e ideas del orden simbólico de la sociedad, con sus contradicciones e incongruencias.
La libido entre lo psíquico y lo social.
La diferencia sexual y cultural no se pueden explicar solamente por el genero; hay que analizar cuestiones relativas a la subjetividad. La dificultad o tal vez la resistencia.
El psicoanálisis muestra como la estructuración psíquica se realiza fuera de la conciencia y de la racionalidad del sujeto, sujeto (Freud) esta lleno de deseos y procesos inconcientes, además de estar incluida esa castración, esa falta de algo, es por eso que desemboca en la complementariedad de hombre y mujer, eso estructura nuestra identidad psíquica. Es lo que da la diferencia sexual en base solo simbólica.
Diferencia sexual en cuanto estructurante psíquico (deseo y la herida de la castración imaginaria). Parven Adams, 2 cuestiones: concepto de realidad psíquica y la naturaleza de la relación entre lo psíquico y social. Este dice que Freud manifiesta: cultura requiere preceptos de represión primaria, deseo e inconciente, la relación entre lo psíquico y social, o sea entre constitución mental y exigencias culturales, es conflictiva porque los mandatos culturales no satisfacen las demandas psíquicas y viceversa.
Constance Penley, psicoanálisis sirve para descifrar la compleja negociación del sujeto ante fuerzas culturales y psíquicas. Cabe recordar que en el inconciente existe una identidad sexual inestable e impuesta en un sujeto bisexual.
El psicoanálisis ofrece el recuento más complejo y detallado, de la constitución de la subjetividad y de la sexualidad, así como el sujeto se resiste y se somete a la imposición de la cultura.
El psicoanálisis nos dice la existencia de una realidad psíquica; complementa las dos perspectivas biológica y sociológica, los seres humanos como entidades bio psico sociales, es así que Freud cuestiona la idea esencialista genética o por condicionamiento social, dando importancia al punto intermedio entre estos extremos, es decir la psiquis.
Lo simbólico: el lenguaje y el significante.
Lacan, plantea la lingüística estructural, su trabajo se tomará como una serie de exploraciones, y no como afirmaciones dogmáticas o certezas teóricas.
El inconciente esta estructurado cómo lenguaje.
El inconciente es el discurso del otro.
El lenguaje es el requisito del inconciente
Lacan, acceso al sujeto al uso de una preexistente estructura del lenguaje, coincide con la organización y el establecimiento del inconciente. La metáfora esta ligada indisolublemente al drama edipico.
Los efectos del inconciente sobre el discurso y la acción conciente del sujeto se encuentran y pueden explicarse en términos de metonimia y de metáfora.
Los deseos pasan por la cadena significante y se pierden en el inconciente, no podemos recuperarlos a voluntad, solo podemos reconstruir los caminos metafóricos y metonímicos que adoptaron cuando los perdimos.
La criatura antes de hablar mira y desea, no admite distinción entre sí mismo y el mundo de afuera, para conseguir la división objeto sujeto lo que se requiere es el lenguaje (aquí radica la generación de la identidad sexual), el estadio del espejo, el asumirse y transformarse de acuerdo a un modelo ofrecido por el otro.
Lacan toma de Levi Strauss lo simbólico como lenguaje, es así que este comprende lo simbólico como institución codificada y reglamentada de la cultura y que con prescripciones fundamentales como el tabú del incesto permite la existencia humana.
Laca así mismo descarta la triada: padre madre e hijo, que es clásico de la cultura occidental y de la familia burguesa, este propone mejor: la ley, el objeto y el sujeto.
Este afirma el drama edípico como el contexto esencial de entrada a lo simbólico, la manera en que cada sujeto resuelve subjetivamente su Edipo, posicionará su deseo, esto estructurará psíquicamente al sujeto heterosexual y homosexual.
La sexualidad una elaboración psíquica cultural
Sexualidad no es natural.
Conceptualizar la sexualidad cómo elaboración psíquica cultural sobre los placeres de los intercambios corporales (construcción discursiva, reglamentada, regulada por medio de prohibiciones y sanciones que le dan forma y direccionalidad).
La orientación del deseo, lo que cuenta son los significados que las personas le atribuyen.
Dilucidar lo negativo o positivo de ciertas prácticas en base a lo biológico pierde relevancia, aquí entra lo importante del género para explicar las narrativas históricas de la sexualidad.
Hay que indagar cuales son las historias concretas y las lógicas sociales que le dan forma y contenido a la sexualidad.
Freud llamó el malestar de la cultura el irremediable antagonismo entre las exigencias pulsionales y las restricciones impuestas por la cultura.
La libido es única en hombres y mujeres, se ha empezado a explicar porque tienen hegemonía ciertos significados por ejemplo: hombre activo y mujer pasiva, y como fueron instituidos en una restricción impuesta por la cultura.
En toda sociedad la sexualidad es temida, reglamentada, reprimida a la vez que simbolizada de mil formas.
La libido es la pulsión, una presión constante organizada desde la falta, se dirige a un objeto inespecífico que se produce en la búsqueda de un objeto perdido. Es en tanto pulsión sexual busca su objeto con indiferencia al sexo anatómico, y que este deseo humano jamás se calma.
El posicionamiento del deseo y la identidad sexual.
El deseo implica elecciones, y estas no se deciden de manera autónoma, las elecciones le son impuestas al sujeto desde su interior inconciente y exterior por prescripciones sociales de un orden cultural.
El proceso de la estructura de la psiquis se realiza en función de cómo el sujeto se posiciona entre la diferencia sexual, es decir como se acomoda en la sociedad, en mayor proporción este individuo es funcional a cualquier sistema del que ha nacido.
El hecho que los genitales masculinos sean externos y los femeninos internos se traduce en un tienen y les falta, ahí aparecerá la idea de la castración imaginaria, la idea de no tener y el miedo a perder lo que se tiene, esto afecta al hombre y a la mujer.
La patología es vivida como anormal dentro de la funcionalidad determinada de un sistema ordenado, todo aquello que no este dentro de este es una patología, es así que se establece el deseo homosexual como una patología porque choca con el establishment.
La homosexualidad como peculiaridad de la elección de un objeto, esto también se desarrolla en el heterosexual.
La atracción hombre y mujer también debe de ser estudiado, no es un hecho ni químico ni biológico.
Los homosexuales al tomar conciencia de su condición en u8n sistema dado, renuncian a este por la discriminación heterosexista, ocultan su deseo, se doblegan al imperativo de la lógica social de género.
El mov. Gay aparece como instancia liberadora ya que afirma con razón que la sociedad está equivocada, la homosexualidad no es antinatural así como la heterosexualidad no es natural.
La naturalización fue explicada por Foucault.
Los seres humanos no hemos sido siempre los de ahora, antes la sexualidad no era una identidad, sino era un pequeño campo de la vida.
La lógica del sexo: Sexismo y homofobia
Hombres y mujeres no son reflejo de una realidad natural, sino resultado de una producción histórica, cultural y psíquica.
Cada sociedad pronuncia una condena con respecto a determinados tipos de comportamiento, los obliga a llevar una vida subterránea o una existencia clandestina. Tramos de una cultura quedan proscritos, excluidos y reprimidos.
LA cultura instala la lógica del género en nuestra percepción y conciencia conduce a estigmatizar a las mujeres que tienen una conducta sexual activa y libre, o sea, similar a la masculina; y a reprimir a discriminar a personas homosexuales que asumen abiertamente su deseo.
Hoy en día resulta sospechoso que los problemas derivados de la diferencia reproductiva persistan y cobren importancia en un momento en que las vidas de mujeres y hombres se están igualando en otros terrenos: laborales, políticos, culturales.
Homofobia, rechazo irracional a la homosexualidad no es vivida como una injusticia.
La lógica del género ejerce una violencia simbólica contra las personas homosexuales al plantear la normatividad heterosexista como algo natural.
Ley simbólica y jurídica
Las personas y sus ideales no se ajustan a los esquemas tradicionales de género.
En la medida en que una sociedad dad es intransigente en sus aspiraciones condena a algunos de sus miembros a conductas marginales, el individuo marginado debe aquí improvisar sus reacciones: los modelos culturalmente dominantes así como las defensas mismas estructuralmente previstas para reaccionar frente a esos modelos por demás coercitivos, les parecen ilusorios, absurdos y hasta intrínsecamente malos: se sienten alienados en su propia sociedad.
La libido no reconoce diferencias, se apunta a un futuro polisexual, de una sociedad de diferencia proliferante a una sociedad donde solo habrá cuerpos y placeres.
Se aspira a lograr una situación en la que la llamada sexualidad desviada no sea solamente tolerada, sino que deje de ser marcada como diferente.
La conducta sexual sirve para definir la condición de normal o anormal.
El género excluye a hombre y mujer como iguales y también excluye a la sexualidad a personas del mismo sexo.
Más allá del género.
No se trata entonces de defender el derecho de una supuesta minoría sexual a sus prácticas extrañas y desviadas, sino de comprender el poder penetrante del pensamiento binario: la lógica. Se considera alas personas homosexuales un grupo minoritario al que hay que respetar o tolerar, en el sentido de yo heterosexual normal te tolero a ti, homosexual anormal, no se llega a le meollo del asunto y se mantendrá la homofobia, edulcorada con una capa de political correctnes.
No existe el hombre natural o la mujer natural.
Género, recibimos significados culturales, también los innovamos, elegir el género, es decir interpretar las normas de género recibida, las reproduce y las organiza.
REFERENCIAS:
FOUCAULT: HISTORIA DE LA SEXUALIDAD
LACAN: EL ESTADIO DEL ESPEJO
FREUD: EL PSICOANALISIS Y LA TEORIA DE LA LIBIDO
LE BRETON: SOCIOLOGÍA DEL CUERPO
BOURDIEU: SOCIOLOGÍA DE LA CULTURA